Requisito fundamental para formar parte de cualquier cofradía de águedas, ha sido siempre ser una mujer casada; pero los tiempos cambian y nosotras hemos querido adaptarnos a ellos. Desde hace más de tres décadas, para entrar en la Cofradía de águedas del barrio zamorano de San Lázaro, no necesariamente hay que estar casada, puede ser pareja de hecho, o convivientes, el caso es tener un hombre al que dedicar nuestrar canciones picantonas y al que plantar en casa los días de águedas, dejándolo a cargo de la misma, de los hijos y de todas las labores del hogar.
Algo importante para entrar a formar parte de nuestra pequeña familia, es tener verdadero espíritu de águeda, conocer a fondo la tradición y los valores que con tanto esfuerzo hemos defendido durante años. No es cuestión solo de tener un traje bonito o de saber bailar un poco, ser águeda y águeda de San Lázaro implica mucho más que esto, es más, las antiguas hermanas no se caracterizaban precisamente por ser excelentes bailarinas, ni por llevar los trajes más elegantes; ni su objetivo al salir a las calles era pedir dinero, porque es más, la 'miaja' nunca consistió en eso; la miaja, como su propio nombre indica, consistía en lo poquito que te podía dar la gente esos días para comer: unos un mendrugo de pan, otros un cacho de chorizo, de queso...etc, y con eso comían las hermanas los días de águedas, y si todavía sobraba algo, lo llevaban a casa para sus familias, que seguro lo agradecían, porque entonces, no podían permitirse ningun lujo, apenas llegaba el dinero para llevar la comida a casa, cuanto menos para comer en un restaurante.
A la hora de vestirse, tambien tenemos nuestras normas: aquí no vamos vestida cada una de una manera, como en carnaval; toda águeda de San Lázaro debe llevar su rodao o manteo, su mandil, su faldriquera, camisa, medias, zapato (que no bota ni botin), manton de manila y cintas en el pelo. Que no falten las enaguas y pololos y por supuesto... la muda limpiaaaaaaaa.
Nosotras solo queremos que entren en nuestra cofradía mujeres que sepan de verdad lo que es esta fiesta y su importancia, que respeten nuestras normas y que no que formen parte del folclore que se está desatando en estos últimos años. Las águedas de San Lázaro, celebran únicamente la festividad de su santa cuando toca, es decir, en febrero, los días 5, 6 y 7, nada más; ni en otras fiestas locales, ni en las fiestas del barrio, ni nada por el estilo. La noche del 7 de febrero se guardan los manteos hasta el siguiente año, como manda la tradición y la santica.
Algo importante para entrar a formar parte de nuestra pequeña familia, es tener verdadero espíritu de águeda, conocer a fondo la tradición y los valores que con tanto esfuerzo hemos defendido durante años. No es cuestión solo de tener un traje bonito o de saber bailar un poco, ser águeda y águeda de San Lázaro implica mucho más que esto, es más, las antiguas hermanas no se caracterizaban precisamente por ser excelentes bailarinas, ni por llevar los trajes más elegantes; ni su objetivo al salir a las calles era pedir dinero, porque es más, la 'miaja' nunca consistió en eso; la miaja, como su propio nombre indica, consistía en lo poquito que te podía dar la gente esos días para comer: unos un mendrugo de pan, otros un cacho de chorizo, de queso...etc, y con eso comían las hermanas los días de águedas, y si todavía sobraba algo, lo llevaban a casa para sus familias, que seguro lo agradecían, porque entonces, no podían permitirse ningun lujo, apenas llegaba el dinero para llevar la comida a casa, cuanto menos para comer en un restaurante.
A la hora de vestirse, tambien tenemos nuestras normas: aquí no vamos vestida cada una de una manera, como en carnaval; toda águeda de San Lázaro debe llevar su rodao o manteo, su mandil, su faldriquera, camisa, medias, zapato (que no bota ni botin), manton de manila y cintas en el pelo. Que no falten las enaguas y pololos y por supuesto... la muda limpiaaaaaaaa.
Nosotras solo queremos que entren en nuestra cofradía mujeres que sepan de verdad lo que es esta fiesta y su importancia, que respeten nuestras normas y que no que formen parte del folclore que se está desatando en estos últimos años. Las águedas de San Lázaro, celebran únicamente la festividad de su santa cuando toca, es decir, en febrero, los días 5, 6 y 7, nada más; ni en otras fiestas locales, ni en las fiestas del barrio, ni nada por el estilo. La noche del 7 de febrero se guardan los manteos hasta el siguiente año, como manda la tradición y la santica.
Para entrar en nuestra Cofradía, hay que seguir los siguientes pasos:
1º Solicitar la inscripción en nuestro libro de altas, quedando en lista de espera hasta ser aceptadas por unanimidad de todas las hermanas en la asamblea anual que se celebra el último domingo de enero.
2º La lista está cerrada desde hace varios años, para evitar una entrada masiva de hermanas, por lo que sólo cuando se produce una baja, bien por defunción, a petición personal expresa de alguna de las cofrades y/o por decisión de la asamblea, puede producirse una nueva alta en la Cofradía.
3º Una vez queda vacante una plaza, la aspirante debe ser presentada por algunas de las hermanas, cumplir todos los requisitos exigidos y contar con la aprobación de cuatro ó cinco de ellas, quienes darán fe de que la aspirante tiene verdadero espíritu de águeda y cumple todos los requisitos que se exigen; si así sucede y no hay ninguna petición en contra, se procederá a dar de alta a la nueva hermana.
4º Una vez se ha aceptado la entrada de la nueva hermana, ésta deberá abonar el importe de dos cuotas anuales: una de nuevo ingreso y otra la del año en curso.
5º Si existiese enemistad manifiesta de la aspirante, con alguna de las hermanas cofrades y ésta se opone por razones personales o de otra índole, a la entrada de la nueva aspirante, se denegará su entrada en la Cofradía para evitar problemas.
6º Si la aspirante a entrar, fuese hija de alguna de las águedas de nuestra Cofradía, una vez apuntada en la lista de espera, tendrá preferencia sobre todas las aspirantes para la entrada en la misma, pero solo podrá acceder, cuando exista una baja.
7º Las niñas apuntadas en la Cofradía, que pagan la cuota desde su nacimiento, hijas o nietas de águedas, cuando sean adultas, podrán acceder directamente, sin necesidad de esperar la lista de espera, ni la existencia de baja alguna en la Cofradía.
8º En los casos excepcionales en que por ausencia repetida de algunas hermanas, se permita en su lugar, la entrada de alguna aspirante, en el momento que la hermana antigua ausente, cause baja definitiva en la Cofradía, no dejará su puesto libre, por lo que nadie podrá volver a entrar por ella.
9º Por acta aprobada en Asamblea General de fecha 28-01-18, todas las aspirantes serán apuntadas previa cumplimentación de las fichas correspondientes de la Cofradía, las cuales se presentarán únicamente el día de la Asamblea General Anual. En caso de ser varias las aspirantes a apuntar en la lista de espera, se seleccionará el orden de forma aleatoria, introduciendo las fichas dobladas en una bolsa y sacándolas una a una, ese orden será el mismo que lleven en la lista de espera.
10º Toda hermana que se ausente y no pague su cuota durante tres años consecutivos, sin haberse puesto en contacto con la Cofradía, será dada de baja de la misma, según acta aprobada en Asamblea General de fecha 28-01-18, no pudiendo volver a ser admitidas de nuevo.
11º No podrán ser aspirantes a nuestra Cofradía, las mujeres integrantes de cualquier otra Cofradía de águedas.
5º Si existiese enemistad manifiesta de la aspirante, con alguna de las hermanas cofrades y ésta se opone por razones personales o de otra índole, a la entrada de la nueva aspirante, se denegará su entrada en la Cofradía para evitar problemas.
6º Si la aspirante a entrar, fuese hija de alguna de las águedas de nuestra Cofradía, una vez apuntada en la lista de espera, tendrá preferencia sobre todas las aspirantes para la entrada en la misma, pero solo podrá acceder, cuando exista una baja.
7º Las niñas apuntadas en la Cofradía, que pagan la cuota desde su nacimiento, hijas o nietas de águedas, cuando sean adultas, podrán acceder directamente, sin necesidad de esperar la lista de espera, ni la existencia de baja alguna en la Cofradía.
8º En los casos excepcionales en que por ausencia repetida de algunas hermanas, se permita en su lugar, la entrada de alguna aspirante, en el momento que la hermana antigua ausente, cause baja definitiva en la Cofradía, no dejará su puesto libre, por lo que nadie podrá volver a entrar por ella.
9º Por acta aprobada en Asamblea General de fecha 28-01-18, todas las aspirantes serán apuntadas previa cumplimentación de las fichas correspondientes de la Cofradía, las cuales se presentarán únicamente el día de la Asamblea General Anual. En caso de ser varias las aspirantes a apuntar en la lista de espera, se seleccionará el orden de forma aleatoria, introduciendo las fichas dobladas en una bolsa y sacándolas una a una, ese orden será el mismo que lleven en la lista de espera.
10º Toda hermana que se ausente y no pague su cuota durante tres años consecutivos, sin haberse puesto en contacto con la Cofradía, será dada de baja de la misma, según acta aprobada en Asamblea General de fecha 28-01-18, no pudiendo volver a ser admitidas de nuevo.
11º No podrán ser aspirantes a nuestra Cofradía, las mujeres integrantes de cualquier otra Cofradía de águedas.
El último domingo de enero, se celebra la Asamblea General Anual, en ella se exponen todos los asuntos a tratar, las decisiones y/o acuerdos se aprueban por mayoría y quedaran anotados en los correspondientes libros de actas, debiendo cumplirse a todos los efectos lo establecido en los mismos.
A lo largo del año, tenemos varios encuentros, cenas, etc... otra tradicion más, que es en definitiva la base de una Cofradía: el hermanamiento entre sus miembros, la ayuda unas a otras cuando lo necesitamos, el cariño, la union entre todas, valores que hacen de la nuestra, como las de antes, una auténtica Cofradía.
A lo largo del año, tenemos varios encuentros, cenas, etc... otra tradicion más, que es en definitiva la base de una Cofradía: el hermanamiento entre sus miembros, la ayuda unas a otras cuando lo necesitamos, el cariño, la union entre todas, valores que hacen de la nuestra, como las de antes, una auténtica Cofradía.